22 de marzo de 2006

1198 d.C. (Tercer relato)

Valencia

Hace tanto calor como el día que aparecí en estas tierras. Me encuentro en una tierra dividida y bajo la constante amenaza de que moros o cristianos aparezcan con sus ejércitos y arrasen con todo lo que haya a su paso. Nunca he sido muy religioso, y no entiendo cómo se pueden odiar tanto y matar los unos a los otros por un dios que tan sólo existe en sus cabezas. Tampoco entendí en su momento cómo se podía matar para buscar armas (de destrucción masiva en aquel caso).

El paisaje es admirable. El mar Mediterráneo tiene un color más azulado y menos verdoso, parece más limpio, y con razón, de cómo yo lo conocía. Los pescadores han salido temprano con sus pequeñas barcas, una imagen pintoresca por la que quizá hubiera pagado por ver en otro tiempo.

Por desgracia esta alegre visión sólo se tiene si miramos en dirección este, pues tanto a norte, sur y oeste hay una gran desolación y vacío. Una tierra devastada en nombre de dos dioses que nunca se llevarán bien (Dios sabe por qué...).

Los moros han vivido aquí en relativa calma durante 500 años (que se dice pronto), tantos como la historia de América desde que Colón la descubrió. Tienen avanzados conocimientos de regadío y canalización. Pero aquí el agua sigue siendo un bien escaso. Tratar de construir una presa sin saber fabricar hormigón sería una tarea complicada. Pero no la de aprovechar los pozos subterráneos en las colinas para llevar agua potable a la ciudad. Tan sólo se necesita fundir los metales para hacer cañerías en lugar de espadas o armaduras. Diseñar una llave de paso o un grifo es lo menos importante, pero dejar de fabricar armas es dejar indefensa la ciudad.

¿Cómo se podría defender una ciudad medieval de un ejército de caballería?

¿Trabucos con poleas triples o más incluso para aumentar el alcance? ¿Una gran zanja rodeando la ciudad que se llene al abrir una compuerta desde el mar? Está claro que no estoy en condiciones de sembrar el campo con minas antipersona, ni ganas tampoco tengo. ¿Existe algún arma puramente defensiva? Tomando como ejemplo un escudo. De hecho, de donde vengo, ¿Existe alguna defensa?

No quiero pensar en las 'preventivas', "No me ataques porque tengo bombas nucleares y te las lanzaré...". Ni en el escudo contra armas nucleares de EEUU. ¿Porqué no se inventa un arma que símplemente atonte, duerma, canse, o aburra a los enemigos para que no luchen?

Me imagino un 'gas del sueño masivo'. En un campo de batalla dos ejércitos que están deseando enfrentarse para acabar con el enemigo, puesto que él es el que tiene la razón y lucha por el bien. Se lanza el gas, todos se duermen, y se levantan al día siguiente, con frío y preguntándose qué hacen ahí. Sí aún tienen ganas de luchar, pues otro poco de gas, y así hasta que se vuelvan a casa.

Volviendo a la realidad, ¿Cómo podría defender Valencia para que los valencianos se pudieran dedicar a prosperar económica y mentalmente en lugar de luchar y defender por una tierra que nunca debió tener dueño ni señor sino tan sólo gente que vive en ella?

1 comentario:

Aradino tiene un blog dijo...

¿Eran Romanas las presas romanas?

Ver artículo:


"...es prácticamente imposible que, hasta el siglo XIX, una presa abastezca de agua potable a una ciudad. Por tanto, ni Proserpina ni Cornalvo pueden tener nada que ver con los acueductos que surtían a Mérida. En este caso, lógicamente, la teoría va unida a la práctica y las presas tienen unas características que no son romanas, habiendo sido hechas, muy seguramente, en un momento bastante posterior a esta época..."

sige:

http://www.extremaduracultural.com/index_archivos/Page379.htm