Se tarda el mismo tiempo en ir en metro que en llegar en coche, entonces, ¿Por qué ir en coche?
Sencillo: es relajado, sin prisas, sin agobios, segurísimo que no te multan por exceso de velocidad, y aunque es probable que por un accidente llegues media hora tarde, siempre ha sido la excusa perfecta.
Puedes disfrutar del viaje escuchando música, la radio, y lo que es mejor, si tienes un teléfono con altavoz (no soporto a los que llevan el móvil en la mano mientras conducen) puedes hacer vida social, hablar con la familia, o incluso, como me ha pasado a mi, enterarme de que he aprobado una asignatura (rdpr) mientras se está atascado. Si es que así, la M-30 se ve de otra forma...
Lo dicho, antes se hablaba de la Vida y Obra de un autor. Mi vida, y las obras, están en la M-30.
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