13 de marzo de 2009

Plantillas

¡Cómo ha cambiado mi visión del mundo de la informática en tan poco tiempo!

Apasionado como he sido siempre por las nuevas tecnologías, desde aquel spectrum de ruídos extradimensionales hasta el último mac unibody de aluminio.

Es imposible conocerlo todo, incluso estar al día con las nuevas tendencias. Pero sí podemos ayudarnos entre todos a dar mayor relevancia a las herramientas que vayamos encontrando más útiles.

Con esta nueva idea reemprendo mi escritura en el blog.

He de reconocer que la mayoría de ellas las he conocido gracias a otro entusiasta tecnoadicto, mi amigo bgta.

Empezando por las plantillas para gnome, ese escritorio que trae por defecto Ubuntu.

No soy el primero, ni seré el último, que echaba de menos alguna de esas infinitas opciones del menú contextual de windows (que se activa con el botón de la derecha) en linux. Nuevo documento de office, comprimir en zip, comprimir en rar, etc, etc.

Pero obviamente, era por desconocimiento, y no por falta de recursos del sistema.

Si deseamos tener la opción de "Nuevo documeto de Office" en cualquier carpeta, podemos seguir estas sencillas instrucciones, que nos abren la puerta a cualquier tipo de documento que deseemos:

1) Abrimos el programa del cual deseamos poder hacer documentos, en nuestro caso, abrimos el OpenOffice, un nuevo documento de texto.
2) Le damos a guardar como "Nuevo documento de Office" dentro del directorio "Plantillas" que tenemos en nuestro home: /home/usuario/Plantillas/ (o templates si lo tenemos en inglés).

¡y ya está!

A partir de entonces, cada vez que pulsemos el botón derecho, veremos la opción "Nuevo documento de Office"... Se puede aplicar a hojas de cálculo, páginas web, plantillas para escribir cartas, plantillas para facturas, etc...

Y lo mejor es que tenemos un control total sobre las opciones que nos aparecen, y las podemos eliminar cuando lo deseemos. ¿Alguien sabe como eliminar esas opciones en windows?

5 de diciembre de 2007

La otra Orilla

Cambié de trabajo, por fin. ¡Adiós a la hora diaria de atascos! ¡Adiós a esas dos horas perdidas en el transporte!. Bienvenido sea el nuevo puesto cerca de casa. Puedo comer en casa de mi abuela, y despreocuparme de la gasolina cada dos semanas, sobretodo pensando en qué precio tiene ahora.

Lástima que esté en la otra orilla del Manzanares. La conexión en carretera está muy bien excepto por dos pequeños detalles. Para ir, la salida directa está cerrada por obras. Para volver, la salida hacia mi casa tiene una línea continua, lógicamente para no saltarte 4 carriles en 200 metros.

Todo se puede mejorar, y aún estoy buscando la mejor ruta alternativa. Las que he probado hasta ahora convierten un trayecto de 5 km. sin semáforos, en uno de 10 km. con varios semáforos. No iba a ser perfecto...

Lo mejor: "¡Adiós a la M-30!"

Calefacción

La calefacción es un invento diseñado para el Confort, y por ello la energía que consume es toda ella un despilfarro. Viviríamos igual con un jersey puesto en casa y se ahorraría muchísima energía. Pero propondré mejoras más allá de su simple supresión.

Ayer mismo me enteré de que mi caldera incorpora un pequeño depósito de 6 litros que mantiene constantemente caliente, simplemente para que cuando alguien abra el grifo no la note fría. En fin, dicho depósito no es que no tenga mucho sentido, es que es malgastar energía por capricho. ¿A alguien se le ocurriría tener constantemente agua hirviendo en una olla simplemente para cuando quiera cocer los macarrones no tenga que esperar?. Día y noche, y sin opción para apagarlo.

Mantener durante todo el día una casa a una temperatura es un gasto de energía tremendo. Más aún pensando que el traspaso de calor es mayor cuánto mayor es la diferencia de temperaturas. Es decir, si en la calle hay 0º, y nuestra casa está a 25º, estará perdiendo calor y energía a un ritmo mucho mayor que si nuestra casa está a 20º. Toda la energía que pierda la casa la vuelve a gastar la calefacción para mantener la temperatura, y he aquí el problema energético.

Considero necesarios unos limitadores máximos, parecidos a los limitadores de velocidad de los coches, que no permitan funcionar a las calefacciones por encima de ciertas temperaturas, al igual que mejoras tecnológicas que permitan calentar sólo las habitaciones específicas, y sólo cuando haya alguien en casa (o poco antes de que llegue). La domótica puede contribuir mucho al ahorro energético, más allá de levantar las persianas para que los ladrones no entren en casa.

Entropía

Vine el otro día en el coche, debatiendo sobre el cambio climático con mi padre. Típica conversación sobre las consecuencias que podría traer, y cómo combatirlo con el ahorro energético.

La discusión acabó derivando en términos casi científicos que aburrieron y durmieron al resto de los ocupantes del vehículo. Y así acabamos hablando de la entropía.

Una ley de la termodinámica, la segunda para ser más exactos, habla de un crecimiento constante de la entropía del universo. Para entendernos, del desorden universal de las cosas. La explicación de por qué todos los días tenemos que recoger la casa es sólo una de las demostraciones de esta ley en la vida cotidiana. Está ligada con la teoría del caos. Todo tiende a desordenarse, y para volver a ordenador hace falta energía. Esta energía que se aplica para ordenar, siguiendo otra ley física, tiene una parte que se desprende como calor.

En resumidas cuentas. Todos los días tenemos que consumir energía para que todo esté como lo habíamos dejado el día anterior.

La humanidad lleva miles de años inventando herramientas para facilitar esta tarea diaria. Herramientas que tenían como virtud ser más eficientes energéticamente. Por ejemplo, un azadón permite hacer surcos en la tierra con mayor facilidad que utilizando las manos. Es un invento poco contaminante, ya no porque no emita gases, sino porque su utilización ahorra energía, la energía que consumiría una persona por hacer el surco digamos con las manos.

Por todo esto, me gustaría comenzar con una serie de mensajes sobre los instrumentos que a mi entender son la causa principal de este desequilibrio energético que estamos sufriendo. En ellos trataré de encontrar soluciones a los mismos para combatir el despilfarro energético.

20 de junio de 2007

Video

¿Os acordáis de ese electrodoméstico?

Últimamente me resulta complicado ver uno. Tengo que ir a casa de mis padres para recordar cómo era. ¿No os pasa a vosotros? Hay algunos electrodomésticos que nos están abandonando. Y otros que poco a poco se convierten en inseparables.

El microondas por ejemplo. Lo descubres al ver que las casas nuevas vienen con uno "de serie".

Así que habrá que rendir un homenaje al video. ¡Cuántos dolores de cabeza al intentar programarlo!. ¡Cuántas películas machacadas porque grabaron encima! ¡Qué lujo aquel de saltarte la publicidad!

Ahora para ser educado no debes preguntar a alguien si vive con sus padres. Pregúntale si tiene video en casa...

25 de mayo de 2007

Carril Derecho

Quiero reconocer un defecto.

Somos muchos los conductores que a diario transitamos por la carretera. Muchos, pero casi siempre los mismos. Tenemos ya un hábito innato que nos acompaña día tras día desde que arrancamos el coche a primera hora.

Es parte de nuestra rutina. Pero al igual que cuando aprendíamos a escribir, si te acostumbrabas a coger mal el lápiz, siempre lo cogerás mal.

Pues bien, hoy me gustaría hablar del carril derecho. Ese gran desconocido. ¿Acaso nadie se da cuenta de que existe?. ¿No se supone que deberíamos conducir por ese carril, exceptuando los momentos en los que estamos adelantando?. Pues qué rabia me da cuando los camiones "lentos" adelantan a muchos conductores que circulan por el carril central.

¿Por que no habituarnos a conducir correctamente?. Después de todo es algo de lo que depende nuestra vida, y la de los que nos acompañan a diario en nuestra rutina.

Pues bien, mi defecto: "Yo sí utilizo el carril derecho".

21 de mayo de 2007

Garcia

Es curioso en lo que uno puede perder el tiempo. Os recomiendo que si queréis matar horas entréis al Instituto Nacional de Estadística y os divirtáis mirando la cantidad de información que poseen.

Vale, puede que los datos macroeconómicos nos sirvan para dormir la siesta. ¡Pero hay tantas otras cosas!

Por ejemplo, he visto que ponían unas estadísticas sobre los apellidos más comunes en España y en el resto de países del Mundo. Todo el mundo sabe que aquí el más común es el apellido "García", con un 3.3% de personas. No nos sorprende saber que le siguen Fernández, González y Rodríguez. Y hasta aquí no deja de ser una mera anécdota.

Pero... ¿Os habéis preguntado cuáles son los apellidos más comunes en otros países?. Lo que podemos pensar es que en Inglaterra sea Smith, y así es, que en finlanlandia todos acaben en "-EN" y no nos extraña. ¿Pero sabéis cuál es el apellido más común en Francia?. García.

Y no lo digo yo ¿eh?, ¡que lo dice el INE! Los apellidos más comunes en Francia son por este orden: García, Martínez, López, Sánchez y Pérez. Así que curioseando a ver donde más se da esta "casualidad" compruebo que García es también el apellido más común en Italia.

Voy a mirar los paises no europeos y no salgo de mi asombro al ver que en ¡Canadá también es el apellido más común!. Y el tercero en Estados Unidos, detrás de Rodríguez y González. Después de esto resulta menos llamativo que también se encuentra entre los veinte apellidos más comunes de más de la mitad de los países Americanos.

Quien me iba a decir que tenía familia en todo el mundo.