Y es que amigos, así es como lo podrían llamar este año.
No puede ser una casualidad que el año en el que Carlos Sainz va a estrenarse en el famoso rally todos los madrileños hayamos estado entrenándonos durante tantos meses.
Un circuíto de fórmula uno se mantiene constante a lo largo de todos los años, los pilotos lo pueden memorizar, y saber dónde están las curvas, dónde se puede acelerar y dónde deben frenar. Pero al igual que en el rally del desierto, los conductores de la M-30 pasan cada día por un trazado nuevo, arriesgado, sin arcenes, con carriles tan estrechos que no cabrían dos autobuses y un coche, incluso dudo que quepan tres coches en paralelo en ciertos puntos como por debajo del puente de Toledo. Tan famoso por el dicho "Mucho puente para tan poco río", ahora podríamos decir, "muchos carriles para tan poco puente".
Pero tengo que reconocer una cosa. Gracias a las obras los madrileños por fin tienen miedo a la carretera, y tanto se nota esto que la velocidad media no supera los 50 km/hora, y el volumen de coches es considerablemente menor (al menos por la M-30), ya que yo puedo llegar al trabajo en 35 minutos, en lugar de los 60 que solía tardar antiguamente.
Bueno amigos, he de dejaros, me pongo el casco y los cinturones de seguridad cruzados. Voy a mi vehículo todo terreno para enfrentarme a la odisea diaria de la M-30. Espero no caer en alguno de los socavones que se abren a nuestros pies...
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1 comentario:
Eso lo decías antes de que te cerraran el puente de Legazpi y te obligaran a callejear dutante los 25 minutos que habías ganado con el bajo tráfico.
Tendremos que esperar a que se acaben de congestionar todas las calles para que la gente aparque definitivamente el coche y puedas hacer rally a placer.
Te lo dije: "Gallardon es socialista pero sin saberlo"
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