13 de enero de 2006

Guantes para conducir

Nunca he sabido nada de moda, ni sé lo que se llevará este año. Pero sé que éste es el primer año que he pedido algo de ropa: Unos guantes.

Lo hice más que nada porque mis guantes, en vez de guantes, se podrían llamar manoplas; un trozo enorme de tela en el que mis manos se pueden mover con total libertar y que por tanto me inutiliza como ser humano civilizado (sin ofender a los mancos claro).

Pero oh mi sorpresa al abrir ese regalo bien envuelto y encontrarme unos guantes a medida.... recortados... ¡¡¡Unos guantes que no tienen dedos!!! ¡Igual que si te regalan una bicicleta sin ruedas!

Al momento me aclararon:
-Son para conducir- dice una.
-Para que los lleves en el coche- aclara otra.

Bueno, ahí quedó todo, y al siguiente día de trabajo cogí ilusionado mis guantes nuevos, me abrigué y me dispuse a ir al coche. Cero grados en la calle, todos los cristales de los vehículos aparcados llenos de escarchas. Como quien dice un frío que pela. Y yo con mis guantes nuevos tiritando por ese fresquito que tenía en los dedos...

Guantes para el coche dicen... ¡cuando yo todo lo que quiero es llegar al coche para no pasar frío!
¡¿Es que la calefacción del coche no sirve para nada?!

Arranqué el coche, con guantes puestos y puse la calefacción. Giro a izquierda, giro a derecha... las manos sudando, y el volante que se resbala... ¿Tienen alguna utilidad los malditos guantes?

Al salir del coche hice caso a lo que me dijeron, los guantes se quedan en el coche, y me abrigo con las manoplas de siempre.

Total, como me dijo un amigo, esos guantes siempre los podré usar para hacer de ladrón en "Solo en casa"...

2 comentarios:

lekum dijo...

Quizá les puedas dar más utilidad cuando llegue el verano y el volante esté al rojo vivo después de llevar toda la mañana al sol :-)

Nogue dijo...

Sip, buen uso, y también para tirar de las mancuernas en el gimnasio :P